Rina Fainstein Noga Las tres cosas que necesita tu negocio para innovar
Acompáñanos con Rina Fainstein, CEO de Noga, la empresa de vinculación entre Latinoamérica e Israel para grandes corporativos.
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Si solo tienes un minuto, lo más importante que pueden aprender operadores, inversionistas y fundadores de Noga es lo siguiente:
Artemio: ¡Hola! ¿Qué tal? Bienvenidos a todos a una edición remota de este podcast Cuando El Río Suena. El día de hoy me encuentro a distancia con mi socio, como ya es costumbre, Rodrigo. ¿Cómo estás, Ro?
Rodrigo: ¿Qué tal? Muy bien.
Artemio: Y, conectada desde Israel, está Rina Fainstein, ¿cómo estás, Rina?
Rina: ¡Hola! ¿Cómo están? Buenos días para ustedes y buenas tardes por aquí.
Artemio: El día de hoy tenemos un capítulo extra remoto porque yo me encuentro en Cancún, Rodrigo esta en Ciudad de México y tú estás en Israel. ¿Qué hora es por allá?
Rina: Aquí son las 7:08pm, ya acabando el día.
Artemio: Lo que te trae el día de hoy a esta conversación, a esta maravillosa videollamada es tu puesto como CEO en Noga y también toda la experiencia que has ido colectando a lo largo de estos años. Para poner a la gente en la misma página, cuéntanos, a manera de pitch de elevador, ¿qué es lo que hacen ahí en Noga?
Rina: Primero que nada, gracias por invitarme, por la oportunidad de estar aquí con ustedes. Les cuento: Noga es una empresa que se creó hace 9 años y tiene como visión conectar los mercados de América Latina con las tecnologías y las experiencias de Israel. Lo hacemos a través de entender cuáles son las necesidades que tienen las empresas o los corporativos multinacionales, o las que se llaman multilatinas, y, después de que entendemos sus necesidades, les buscamos soluciones tecnológicas aquí en Israel. Esa es la forma en la que trabajamos, nuestros clientes son grandes empresas como Grupo Bimbo, Qualitas, son algunos ejemplos.
Rodrigo: Sobre tu papel particular ahí, sobre tu labor personal, ¿qué haces ahí todos los días como CEO?
Rina: Primero tengo que estar siempre mirando por los proyectos, que lo que estamos haciendo es buscar estas tecnologías para que nuestros clientes estén contentos, que les estemos dando soluciones reales para sus necesidades. Por otro lado, estoy constantemente buscando otras oportunidades, otras empresas a las que podríamos ayudar desde aquí desde Israel y, además, como cualquier pequeña empresa, el CEO hace muchas cosas: hago marketing, ventas, administración, todo lo que es necesario. Somos un equipo chico pero muy bueno.
Artemio: Fantástico.
Artemio: ¿Podrías contarnos de algún ejemplo o un caso de estudio que tengan para ponerlo en perspectiva? Porque estos corporativos que mencionas son muy grandes y las necesidades que tienen, muchas veces, ya sea en la experiencia de cliente o en la misma operación, requieren de soluciones bien específicas y son procesos de venta también muy lentos. Creo que vamos a tener una gran plática desmenuzando cómo es que sucede lo que haces, Rina, pero cuéntanos de algún ejemplo en el que un corporativo tiene una necesidad y fue cubierta por tecnología o empresas de Israel.
Rina: Nosotros trabajamos con corporativos y grandes empresas, también con medianas empresas. Necesidades tienen todos y el tema de innovar y buscar tecnologías las tienen todos, lo que nosotros hacemos, por ejemplo, con Grupo Bimbo, uno de los temas que es muy importante es todo lo que tiene que ver con tecnologías de la alimentación. Ellos nos dicen “estamos buscando tal tema dentro de tecnologías de la alimentación”, temas que todas las grandes empresas hoy buscan, como lo que son fermentación, ingredientes que son basados en plantas, proteínas alternativas, hay muchos temas que están buscando las grandes empresas, entonces nos dicen “busca qué hay en Israel en esos temas” y, efectivamente, el tema de proteínas alternativas, Israel hoy en día es un país que tiene muchos desarrollos que han pasado de la academia a empresas, son startups de muy alto nivel que tienen estas soluciones.
El proceso que hacemos es muy interesante. Primero las buscamos aquí en Israel y luego se las presentamos. Les decimos “está A, B, C y D. ¿Cuál les interesa?” Y nos dicen “B y D son las que más nos interesan”, entonces hablamos con B y D aquí en Israel y hacemos un match entre Grupo Bimbo y la startup aquí en Israel y se hace un encuentro real o un encuentro virtual y ahí es donde empieza el proceso, ven si realmente cumplen con las necesidades que están buscando. De aquí continúa todo un proceso para el que tenemos una metodología para hacerlo.
Rodrigo: Rina, ¿esto tiene un componente público también? Porque me imagino que para el gobierno de Israel es muy nutritivo también estar haciendo estas conexiones, ¿o es completamente privado el esfuerzo?
Rina: Gracias por la pregunta porque es algo muy importante. Esta es una de las grandes diferencias que tiene Israel con muchos países de América Latina. El gobierno de Israel apoya de forma activa a todos estos procesos. Apoya a las empresas que están desarrollado, las apoya dando recursos, pero sólo le va a dar recursos a aquellas empresas que tengan una solución disruptiva, totalmente nueva. No van a dar dinero a una empresa que tiene una mejora de producto, sino a alguien que viene con algo totalmente distinto.
Hay también lo que se llaman incubadoras tecnológicas y es el gobierno quien las desarrolla, pero el gobierno dice “yo sé dar dinero, pero yo no sé hacer negocios”, entonces, en estas incubadoras tecnológicas, incluyen equipos privados de empresas privadas. Este híbrido entre público y privado funciona muy bien. El gobierno sí está constantemente involucrado.
Y otro tema muy importante es que las multinacionales de todos los países del mundo vienen a Israel buscando esto, buscando estas tecnologías y estas innovaciones que hay. Y el gobierno les da prestaciones para que puedan buscar aquí tecnologías e invertir, influir, conocen muy bien sus mercados y sobre las startups israelíes.
Rodrigo: Sí habíamos escuchado que Israel estaba siendo un hub de innovación tecnológica, pero no sabíamos exactamente por qué y, ahora que nos cuentas sobre esta perspectiva pública, ya tiene mucho más sentido que haya tanto desarrollo tecnológico en el país.
Rodrigo: También te queríamos preguntar ¿cómo fue que llegaste aquí? ¿En qué momento decides fundar Noga? ¿Cómo viste la oportunidad? Porque tienes una carrera en análisis de mercados. Queríamos ver cómo terminaba de conectarse toda la historia para que tuviera sentido hacer esta empresa.
Rina: Yo nací en Uruguay, pero con mi familia viajamos mucho. Viví en Chile, en Argentina, en Estados Unidos y viví en México, fue el último país en el que viví antes de Israel. Primero, que conozco la idiosincracia y la forma de vivir de varios países de América Latina y, por otro lado, mi formación profesional, mi familia, todos están en Israel. Yo, como buena israelí, también tuve mi propia startup y así es como conocí el ecosistema de Israel de innovación, cómo se bajan fondos de venture capitals privados, cómo se desarrollan con tecnologías, todo esto lo pasé con mi propia experiencia con mi startup. También, en paralelo, porque en las startups no siempre nos alcanza el dinero, tuve que trabajar con el ministerio de relaciones exteriores, que me mandaba a América Latina a dar cursos sobre innovación. Cuando se cerró la startup, que fue porque se acabaron los recursos, en ese momento vi la oportunidad de, por un lado, América Latina tiene necesidades con respecto a innovación, a tecnologías y, por otro lado, conozco internamente cómo se manejan en Israel todas estas tecnologías, el ecosistema, cómo se relaciona entre sí, entonces hice uno más uno, yo conozco aquí y conozco allá, vamos a tratar de darle valor agregado tanto a las startups israelíes que quieren entrar en el mercado latinoamericano, como a las empresas latinoamericanas que quieren conocer las experiencias de Israel. Así es como salió la idea de Noga hace ya 9 años.
Artemio: Fantástico. ¿Tú ya tenías cierta carrera o contacto con los corporativos que hoy trabajan? ¿Podrías contarnos un poco cómo fue ir construyendo esas relaciones?
Rina: Esa es la parte más difícil.
Artemio: Me imagino que es como la más trabajosa y la piedra más difícil de picar.
Rina: Dentro de mi día a día, dentro de mi agenda anual, yo viajo tres o cuatro veces por año a América Latina, ya sea para dar talleres o conferencias, estoy muy en contacto con lo que pasa en América Latina y el lugar que más conozco es México, ahí es donde crecí y tengo muchos amigos.
Para esto de cómo conectarse con los corporativos, lo primero es una decisión, uno tiene que decidir que ese es su mercado y que a ese mercado quiere ir. Y después, como cualquier otra empresa, LinkedIn es muy buena forma para conectarse y de ahí uno empieza, manda una nota, contestan, otro es en un evento que se acerca alguien de un corporativo y te pregunta qué es lo que hacen, en conferencias, luego es una de las cosas que yo más creo es que invito a ejecutivos en los corporativos a que vengan a Israel a conocer el ecosistema. Y esto de conocerlo no es que yo les cuente en una conferencia cómo es Israel, sino que vienen y lo ven y aquí ven las oportunidades y las tecnologías que hay. Eso es una forma, venir, conocer y después se pasa la voz, uno le va diciendo a otro y parece que hacemos un buen servicio porque se pasan la voz, de boca en boca.
Artemio: Increíble, fantástico.
Artemio: También vimos, Rina, en tu LinkedIn muchas descripciones inclinadas a innovación y a procesos sobre innovación. Nos preguntábamos si nos pudieras compartir uno que fuera útil para la gente y la audiencia que tenemos que tal vez tienen un negocio tradicional y que están buscando cómo hacerlo más escalable, cómo ser más ágiles o tener más leads.
Rina: El primer paso, ya sea en una empresa pequeña, grande o mediana, es que tiene que haber alguien que tiene que tomar la decisión de que quiere que haya innovación. Por más tradicional que sea, si no hay alguien que toma las riendas y que decide que eso es lo que tiene que ser, nada va a funcionar. Yo puedo venir, platicar, hablar, cualquiera de ustedes puede ir a platicar con ellos, pero si no tenemos una contraparte que está ya dispuesto, las cosas no van a funcionar. Hoy en día quiero decir que, después de la pandemia, la gente está mucho más predispuesta, abierta, y ya han visto lo que es este mundo digital, o sea que ese primer paso ya está pasando, no pasa en todos, pero está pasando.
El segundo paso es lo que yo llamo tratar de cambiar el chip, el mindset.
Es ver cómo hacemos para que no sólo yo como líder de la empresa crea en la innovación, en la tecnología, en la digitalización, sino que mis compañeros, mis unidades de trabajo, los que ejecutan, el mindset tiene que ser algo cultural dentro de una organización, no importa el tamaño que sea, y este mindset tampoco es fácil cambiarlo. Tú me decías, Artemio, que son tradicionales las empresas, pues sí, hay veces que empresas familiares que llevan años haciendo algo y produciendo y les va bien, ¿por qué cambiar si me va bien? Dentro del mindset que tienen que cambiar, es algo que, si no lo hacen hoy, dentro de cinco o diez años, estas empresas ya no van a existir, y ese es el segundo punto.
El tercer punto es la talacha. Hay que buscar soluciones, hay que ver quién es la persona adecuada para hacerlo y hacer talleres, viene todo un proceso, una metodología que hay que ir haciendo, pero estas tres condiciones son las básicas: tiene que haber un líder, un cambio de mindset en la organización y hay que trabajar muy duro para que esto ocurra. Cada uno de estos puntos es una metodología, teoría, forma de trabajar en sí.
Rodrigo: Rina, todos los talleres de facilitación, innovación tecnológica, capacitación en innovación y de cómo se ejecutan estas cosas, el fin último es poder adoptar estas tecnologías israelíes en las organizaciones y, para ello, estas organizaciones tienen que ser mucho más innovadoras, tener procesos más actuales y esta mentalidad de actualizar sus tecnologías, ¿así es como embonan todas las piezas del rompecabezas?
Rina: Sí, así es. Les puedo contar también de algún taller que no ha ido bien, que nos ha costado y que hemos fallado porque, como todos, cometemos errores y nos equivocamos.
Una empresa muy grande nos invitó a dar un taller sobre el kick off de un proyecto de innovación que quisimos hacer a nivel empresa, pero los líderes de este proceso todavía no estaban convencidos de lo que había que hacer, todavía ellos dudaban, no se atrevían a tirarse al agua, a empezar a hacer cambios, y les era muy importante lo que dijeran sus compañeros y los compañeros en ese taller se dan cuenta de que les da miedo, de que no se atreven. Entonces se genera una situación en la que no llegas a ningún lugar porque no tienes un socio que es quien está liderando esto, para empujar a todos los demás. Nos ha pasado esto y estoy segura de que esta empresa, en un año o en un par de años, seguro van a hacer innovación, van a hacer cambios, van a estructurarse, pero el líder del proyecto tiene que ser muy fuerte dentro de la organización y tiene que estar él convencido de que puede llegar a hacer las cosas. Nosotros somos facilitadores, somos quienes podemos dar herramientas, pero, otra vez, se necesita este socio dentro de la organización.
Rodrigo: Claro, dentro de la organización para que agarre tracción todo el taller que ustedes van a impartir.
Rodrigo: Volviendo un poco a esta pregunta que te hizo Artemio, si alguien de nuestra audiencia, alguna startup, fundador u operador de las startups que nos escuchan quisiera iniciar dentro de su empresa un proceso de innovación o intentar buscar dónde hay oportunidades de innovación dentro de su organización, ¿qué consejo le podrías dar? Tal vez alguna dinámica que hagan ustedes que siempre funcione muy bien y donde se encuentren oportunidades.
Rina: Voy a repetir un poco lo que ya dije, pero son estos tres puntos: que este fundador esté convencido de que quiere hacer cambios, que ayude a que los demás hagan un cambio de mindset a nivel organización. Y otro punto que me parece muy importante y que no he mencionado es tener una visión global o, por lo menos, multiregional. Un emprendedor que quiere buscar soluciones, tiene que haber siempre una necesidad, tiene que haber clientes, a quién venderle esta solución que él tiene, pero no tiene que quedarse en su ciudad o en su país, sino ver más allá porque siempre, mientras más lejos vamos, más nos vamos a acercar a esa meta aunque no seamos globales, sí podemos ser multilatinas.
Basado también en mi experiencia personal, sí hay que enfocarse en los clientes medianos y grandes, son los clientes que conocen muy bien su mercado y son quienes tienen las necesidades más grandes. Yo a los emprendedores, cuando empiezan, les recomiendo, además de los tres puntos básicos, tener una visión lo más global posible y siempre buscar clientes grandes, los más grandes son los medianos grandes.
Rodrigo: Claro y esto de buscar clientes grandes también tiene otro tipo de ventajas como que los proyectos van a durar más tiempo, los compromisos son más largos, las ventas son más complicadas también porque son mucho más extensas y las relaciones son más complejas, pero sí como un proveedor de servicios o como una startup que está entregando algún producto, es mucho más valioso un cliente grande a largo plazo que clientes pequeños que pueden ser ventas más fáciles, pero que aparecen y desaparecen, es mucho más volátil.
Rina: En ese punto quiero contar un poco de la experiencia israelí, las startups israelíes, como Israel es un mercado muy chico, aquí somos 9 millones de personas, que no es nada, es un estado en México, es un estado muy chico, entonces las startups, desde el primer día, están buscando cómo entrar a los mercados internacionales, a Estados Unidos, por ejemplo.
Pero, como tú dices, es cierto, es muy difícil entrar a este mercado, entrar a las empresas grandes en este mercado, pero si tú crees en tu producto y si tú crees que realmente tienes algo que les puede ayudar, tienes que ir con ese mindset a ofrecer, a vender, y que no te dé miedo por lo grande, sino que tienes que ir derecho y con mucha seguridad en ti mismo de que lo que estás vendiendo es lo mejor que hay para lo que necesitan las empresas.
Artemio: Ahí está, así es como se le vende a los corporativos. Como dices, cuando tienes esta confianza de que tienes bajo el brazo una solución que es verdadera y que está atacando un problema real, realmente ahí hay una aportación en la que incluso si decidieras no ir por la vía privada, igual hay una aportación de intelecto, de recursos, y una solución verdadera intrínseca.
Rodrigo: Rina, estábamos platicando sobre cómo la visión israelí del startupismo es global desde el principio, siendo Israel un mercado pequeño. ¿Nos podrías compartir tres consejos de cómo puede un emprendedor en cualquier lugar del mundo crear un negocio multinacional?
Rina: El primer punto que tienen que tener es salir de su zona de confort, salir de lo que hacen y buscar otras oportunidades, otras formas de hacer negocio, porque hacer siempre lo mismo nos va a dejar siempre en el mismo lugar. El primer consejo, y creo que es muy importante, es esto, es salir de su zona de confort y atreverse a hacer otras cosas.
El segundo está muy relacionado con esto y me imagino que lo han escuchado muchas veces, es el no tenerle miedo al fracaso. Yo sé que es algo que allá suena como obvio, pero no es obvio, es difícil, este tema de la resiliencia, de fallar y aprender de estos errores como un aprendizaje es básico para cualquier emprendedor porque, por más consejos, por más experiencia, siempre vamos a fallar, lo único importante, y es muy importante, es no hacer el mismo error dos veces. Porque ahí sí es que algo no estamos aprendiendo, algo estamos haciendo mal.
Y el tercer punto es algo que ya había dicho, es tener una visión lo más amplia posible. Buscar metas mucho más allá de lo que uno cree que puede, y eso es algo que uno se tiene que convencer que es capaz de hacerlo. Si ustedes quieren llegar a un público no sólo latino sino mundial, hay que estar pensando en eso y uno va a llegar a eso, no me cabe duda. Entonces es salir de la zona de confort, no tenerle miedo al fracaso y tener una visión que sea mucho más allá de lo que tú mismo puedes creer.
Rodrigo: Ya dijiste algo que me gustó mucho dos veces, en dos formatos distintos, que, para poder tirarle a los clientes corporativos, hay primero que decidir que ese es tu mercado, que la decisión antecede a cualquier esfuerzo que se haga en esa dirección y es verdad que también lo mencionaste con que hay que creer que el producto es el mejor para la solución; pero también ahora, que primero hay que tomar esa decisión de qué es lo que se va a hacer y ya después construir hacia allá, pero no necesariamente estar buscando oportunidades y ya cuando uno ve una oportunidad entonces subirse, sino primero plantear ese norte y ya con el norte planteado, entonces sí, esa es la óptica correcta para poder buscar las oportunidades.
Artemio: Rina, a mí me encantaría preguntarte ¿cómo has visto que sucede realmente esta penetración o ampliación a un mercado internacional? Porque, desde un ángulo de ventas, yo me imagino que levantas el teléfono y contactas a estas empresas o realmente un poco más a nivel táctico, ¿qué es lo que has observado de que tal vez alguien que conozca a priori un poco que este know how pueda desdibujar esta barrera que luego es muy grande? Porque tú te imaginas que hay diferencias políticas, culturales, de conexiones, eres nuevo en tierras que no son tuyas. ¿Cómo has visto que sucede esta ampliación?
Rina: Algo que no he dicho pero que es muy importante es el tema del network. Para llegar a estos corporativos tienes que ir creando tu network de conexiones relevantes. Por eso, en algún momento mencioné LinkedIn, yo uso mucho esta plataforma para conocer a la gente, para ver quién está conectado con quién, qué hacen, quién se conecta conmigo, pero no sólo eso, también, como dije, el hecho de participar, ser speaker, ser keynote speaker en eventos, toda esa parte crea el network para poder llegar a estos corporativos y estas empresas. Esto es un tema muy importante.
El segundo tema es la localización. Tiene que hablar una persona del lugar, local, yo no puedo ahorita levantar el teléfono y hablar a Japón y ofrecerle mis servicios en Japón, primero porque no entiendo el idioma, pero, aunque lo hiciera en inglés, tampoco es lo mismo, no conozco la cultura, no sé cuándo se cuelga, cuándo se dice un chiste, hay muchas cosas que es básico que se conozca la cultura. Creo que, en el caso de Noga, lo que ha ayudado es que todo el equipo somos gente que conoce las dos culturas, o sea que también conoce la cultura israelí, hablamos hebreo, conocemos las startups, cómo trabajan por aquí y, por otro lado, también conocemos la cultura local, ya sea de México, de Colombia, de Guatemala y de los países con los que estamos trabajando. Y no sólo eso. Yo confío y creo que es muy importante tener a una persona local en el país. Yo en Brasil, por ejemplo, aunque es América Latina, no me cabe duda que no soy yo la persona adecuada para entrar en un corporativo, sino que una persona que vive en Río de Janeiro o en Sao Paulo, habla el portugués y conoce la cultura es quien tiene que hacer los contactos. Creo que estos dos puntos son básicos, como tácticas son el network y conocer la forma de relaciones locales.
Un ejemplo muy obvio es que, en México, se van a desayunar y te encuentras con la gente y te quieren ver, te quieren conocer. Pero no pasa lo mismo en Inglaterra ni en Argentina. Hay que conocer cómo se hacen los negocios en cada país.
Rodrigo: Nosotros como estudio de producto 100% remoto nos hemos encontrado con clientes que les gusta mucho esa parte cercana y nos cuesta mucho trabajo por la naturaleza de nuestra organización, siempre tenemos que estar adaptándonos a este tipo de interacciones.
Artemio: Pero, gracias a eso, conocemos muchos restaurantes lindos.
Artemio: Yo creo que, a nivel global, tal vez, y basado mucho en la experiencia que tengo en Twitter donde sigo a mucha gente que está construyendo en público sus startups, empresas y sus fondos de inversión, que hablan muy abiertamente de todo este ecosistema de innovación y de aportar valor desde un mercado privado, y creo genuinamente que el chip emprendedor es muy similar en muchas cosas en la gente que decide construir algo donde antes no había nada. Ahorita nos mencionabas, Rina, que ustedes conoces muy bien con tu equipo tanto la cultura en Israel como la cultura mexicana, de Uruguay y de aquí de Latinoamérica. Nos encantaría saber ¿en qué nos parecemos, en materia de emprendimiento, Israel y México o Latinoamérica en general? ¿Qué has visto across cultures que se replica y es tal vez un factor de éxito o un factor de fracaso?
Rina: Al principio, cuando empecé a trabajar con Noga, nos pidieron que hiciéramos un estudio comparativo entre la cultura innovadora de Israel y la cultura innovadora de México. Entramos exactamente en este tema como tú me estás planteando, en qué tienen en común y cuáles son las diferencias. Nos basamos en las características del emprendedor, en cuáles son las características del emprendedor comunes entre los dos ecosistemas.
El que resaltó más fuerte es el tema de la creatividad. Tanto los emprendedores mexicanos como los emprendedores israelíes son muy creativos. La base de la creatividad está en el emprendedor y se las arreglan para hacer cosas de la nada. El mexicano es muy creativo, inclusive en el arte podemos ver cuánta creatividad en el mexicano, y también en el israelí. Esa fue la característica común de los dos y, como emprendedores, es algo básico.
En cuanto a las diferencias que encontramos, uno de los temas es que, por un tema cultural, el israelí es más aventado, no le tiene miedo al fracaso y se avienta, porque aquí es algo que está bien visto, si te fue mal, okay, qué vas a hacer, qué aprendiste. En México, este tema es un poco más difícil porque va a venir tu tía y te va a decir “te dije. Tú eres tan capaz, tan inteligente, ¿por qué no fuiste a trabajar a una empresa o a un banco en vez de ponerte a emprender?” Y con eso te cuesta seguir adelante.
El otro tema que es un poco de diferencia entre los dos es el ecosistema. El ecosistema de innovación en Israel está muy desarrollado en todos sus elementos, ya sea a nivel de gobierno, a nivel de todo lo que es abogados, contadores, patentes, universidades, hay una relación muy fuerte entre la universidad y el emprendedor, y hay un fuerte ecosistema financiero que apoya al emprendedor privado. El capital venture es muy fuerte, mientras que en México esto está pasando, pero es algo nuevo, es algo que está ahora sucediendo; Israel lleva 20 o 30 años desarrollando este ecosistema.
La ventaja es que México puede aprender, en menos tiempo, lo que le tardó 20 años a Israel, no tienen que pasar todos esos años, sino que la curva de aprendizaje puede ser mucho más corta.
Rodrigo: Claro, todas las lecciones están ahí, solamente hay que aprovecharlas, ya no hay que volver a aprender lo que alguien más ya aprendió.
Rina: Sí, nada más que adaptándolo a la realidad, no es la misma realidad.
Rodrigo: Claro, para empezar somos once veces más gente que en Israel.
Rodrigo: Rina, te queríamos preguntar también, volviendo un poco a este trabajo que haces de innovación con los corporativos latinoamericanos, la parte de los talleres de facilitación, particularmente ya del quehacer del taller, a nosotros nos encantan porque, como estudio de producto, hay un gran trabajo creativo también en hacer producto, pero hay un gran trabajo de análisis, un poco más estructurado, de encontrar cuáles son los problemas y proponer las soluciones adecuadas. Nos hemos encontrado con que entre menos trabajo caiga únicamente del lado del estudio y más sea trabajo compartido, llegamos más rápido a la solución en lugar de estar rebotando cosas que no necesariamente funcionan y nos encantan los talleres de facilitación. ¿Nos podrías hablar un poco de su importancia en las organizaciones? Porque pueden ser talleres internos pero también externos. Cuéntanos un poco.
Rina: Yo trabajé muchos años en el área de investigación de mercados y ahí hicimos muchos grupos focales, muchas entrevistas, el tema de cómo hacer un taller es algo que conocemos. Hay una metodología que, desde ese tiempo, me gustó mucho y la hemos implementado desde el punto de vista de innovación, que es la co creación y es exacto lo que estabas diciendo, Rodrigo, porque la idea aquí es co crear con el cliente, no es algo que nosotros venimos con soluciones, primero porque no las sabemos y no las conocemos, sino que necesitamos, con ellos, buscar lo que es la solución y creamos algo muy interesante que es co creación con design thinking. Fue un proceso, cuando me refiero a co creación, cuando hacemos un taller, no todos, depende cada vez cuál es la meta y qué es lo que estamos buscando, pero un ejemplo de un taller que hicimos es que quisimos traer gente dentro de la organización y trajimos también expertos de afuera de la organización sobre el tema que estábamos hablando y, además, clientes. Teníamos parte del equipo de la organización, expertos en el tema y clientes. Entre todos hicimos cinco procesos del design thinking y los fuimos llevando muy planeado y muy organizado con la metodología, pero todo el tiempo buscando soluciones con distintas poblaciones: con la organización, con expertos y con clientes, y esto es lo que enriqueció mucho todo el taller. Son talleres que pueden ser de medio día, de un día o de dos días, depende mucho del tema.
Uno que hicimos fue de soluciones para gente mayor y trajimos al equipo que estaba trabajando sobre esto, expertos (psicóloga, trabajadora social) y gente mayor de 60 años para arriba, y con ellos hicimos todo el proceso de design thinking y fue muy interesante y salieron ideas buenísimas.
Rodrigo: ¿Cuánta gente era en ese taller?
Rina: Éramos 15 personas. En general son talleres de hasta 15 personas, no más que eso. Eran 3 expertos, 4 clientes y otras 5 o 6 personas de la organización más los moderadores.
Rodrigo: ¿Cuál dirías que es el reto más grande de hacer un taller de facilitación con 15 personas? Porque no es lo mismo cuando tienes a 4, que es muy fácil dirigirlos a todos, porque la atención es una cosa difícil de mantener. ¿Cómo haces para que 15 personas te pongan atención durante medio día o dos días?
Rina: Es pura preparación, tiene que estar todo preparado minuto a minuto y hacerlo lo más dinámico que se pueda, con juegos, encontrar maneras de reactivarlos, pero el secreto está en la planeación. Si está bien planeado y es un buen moderador, funciona.
Artemio: yo creo que es fundamental en esta parte de la planeación, el facilitador siempre tiene la herramienta de poder guiar y decir cuál es el siguiente paso y, por la naturaleza de los ejercicios de facilitación, siempre son lluvias de ideas o algo que a nosotros nos encanta hacer, que es sencillamente pedirle a la gente pensar en lluvias de ideas de soluciones, referencias, algo que necesitemos del cliente para entenderlos, su modelo de negocios o cómo podrían mejorar cosas y que después de hacer ese dump sencillamente seleccionen tres y después hacer una votación grupal de qué se cree que es la mejor solución. El darle el espacio a la gente de que puedan hacer lluvias de ideas que saben que nadie va a leer y después sólo escoger tres de esas hace que, aunque no todo mundo esté discutiendo y colaborando, hablando al mismo tiempo, que después ahí te puedes echar dos horas en que cada quien te dé su opinión y es muy común que pase cuando estás haciendo este tipo de talleres, pero vemos que con este método son cinco minutos de ideas, otros tres para escoger tus mejores tres ideas y luego una discusión y en 20 minutos ya tienes la opinión de todas las personas y qué creen todos que es la mejor opinión. Es por eso que a nosotros también nos encantan los talleres de facilitación al hacer producto, porque así puedes entender a la empresa, a la audiencia, en qué cree la empresa que está fallando. Creo que es de las cosas que están under the radar que pueden hacer a una empresa muy poderosa.
Artemio: Rina, estamos llegando a la última pregunta de este capítulo, ha sido una gran charla. Muchas gracias por venir acá y regalarnos algo de tu tiempo para esta comunidad de gente que está construyendo productos digitales o empresas con tecnología en el núcleo. Esta es una pregunta que le hacemos a todo mundo que viene a este espacio y nos encanta. Ante los retos que se enfrenta Noga y tú como su CEO en los próximos años, ¿qué te quita el sueño? ¿Dónde están esos retos más grandes a largo plazo?
Rina: Es una pregunta desafiante. Hoy hay crisis en todo el mundo. Los países, el sector privado, el sector público, hay una crisis muy grande, hay una inflación muy grande que hay que ver cómo se controla y eso hace que muchos de estos corporativos o empresas privadas se cuiden mucho en lo que hacen, en dónde van a poner su dinero, y eso nos preocupa. Como empresa, todo el tiempo estamos pensando en cómo les podemos dar valor agregado a pesar de la crisis que está pasando.
Lo que puedo decir es que también toda crisis es una oportunidad y yo creo que el área de nosotros, es una oportunidad, nosotros y de ustedes también, es el área digital y tecnológica. Hacia ahí va el mundo. No hay duda de que las soluciones tienen que pasar por lo digital, por lo tecnológico, por todo lo que es la biotecnología, biomedicina, y creo que ahí es donde está la oportunidad y lo que no me deja dormir en la noche es cómo podemos hacer para dar valor agregado dada la situación actual. Cómo podemos ofrecer servicios que les puedan servir a las empresas para que, dentro de cinco años, estén mejor que hoy y no que se tengan que cerrar. Eso es lo que todo el tiempo estamos pensando.
Artemio: Ahí lo tienen. Muchas gracias por venir a este espacio, Rina, muchas gracias, Ro, por conectarte, gracias Belmont, y también gracias a todo el equipo de producción que después corta esto en partes para que ustedes lo vean también en redes sociales, pueden seguirnos en Instagram como @acueducto.studio y también en LinkedIn nos encuentran como Acueducto. Aprovecho también para recordarles que en cuandoelriosuena.com ustedes pueden suscribirse a la newsletter de este programa y recibir una notificación cada que tengamos un capítulo nuevo, el cual ubicamos los lunes de manera religiosa. Muchas gracias por quedarse hasta el final del programa y nos vemos a la próxima.
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